RANAS QUE SE COMEN Y SE EXTINGUEN

RANAS EN PELIGRO DE EXTINCIÓN…PORQUE LA GENTE SE LAS COME

RANAS QUE SE EXINGUEN PORQUE SE LAS COMEN

A veces tengo la sensación de que el movimiento plant-based tiene más de espejismo que de realidad. Todos los días salen noticias de nuevas empresas, proyectos e ideas que trabajan para un mundo más justo con los animales, pero también todos los días una se da de bruces con noticias como esta. 

Hoy os contamos que la Europa súper moderna en la que vivimos es la primera importadora mundial de ranas para consumo humano.

Qué son las ancas de rana

Las ancas de rana es una especialidad gastronómica en países como Francia, China, Portugal y algunas regiones de España. Se puede cocinar de diferentes maneras, pero siempre se suele utilizar las extremidades traseras.

En Europa, su consumo está especialmente asociado a la cocina francesa, pero los registros señalan que se consumía comúnmente en el sur de China desde al menos el siglo I d.C. Los registros más antiguos de los franceses que consumían ancas de rana datan de alrededor del siglo XII, cuando los monjes franceses comenzaron a comerlas durante la Cuaresma, ya que no se consideraban carne.

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Europa, principal importador de ranas para consumo humano

Europa importa cada año algo más de 4.000 toneladas de rana, que corresponde con entre 80 y 200 millones de individuos, la mayor parte de ellos capturadas en la naturaleza. Las especies con patas más grandes son especialmente buscadas, lo que las hace más vulnerables a la sobreexplotación.

En la década de 1980, India y Bangladesh eran los principales exportadores de ancas de rana a Europa, pero Indonesia se convirtió en el mayor proveedor a partir de la década de 1990.

A día de hoy sigue siendo un plato popular en muchos países del planeta y, según un informe de la organización alemana Pro Wildlife y la ONG francesa Robin des Bois, la popularidad gastronómica de las ancas de rana en la Unión Europea está llevando al agotamiento de las especies de ranas en Turquía, Albania e Indonesia.

Según dicho informe, en los mencionados países las especies de ranas comestibles de mayor tamaño están desapareciendo una tras otra, en una suerte de efecto dominó que no afecta solamente a individuos sintientes, sino también a las propias especies. 

Al menos el 17% de los anfibios (1200 especies) se venden internacionalmente. La Directiva de Hábitats prohíbe la captura de ranas silvestres nativas en los 27 países miembros de la UE, pero ninguno de los países impone una restricción a las importaciones. Es algo similar a lo que sucede con los productos cosméticos: no se pueden testar con animales en la UE pero sí se pueden testar fuera y venderse en territorio europeo. 

La rana de agua comestible más grande de Turquía, Pelophylax caralitanus , comúnmente conocida como la rana de Anatolia , figura actualmente como «casi amenazada» en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN. La comunidad científica asegura que la especie podría extinguirse en Turquía hacia 2032. Otras especies de ranas importadas a la UE desde el extranjero también están amenazadas.

La rana de agua Scutari de Albania ( Pelophylax shqipericus) es actualmente una especie en peligro de extinción, según Pro Wildlife. Si continúa el saqueo del mercado europeo, es muy probable que seamos testigos de disminuciones más graves en las poblaciones de ranas silvestres y, potencialmente, extinciones en la próxima década”.

El consumo de ancas de rana en otros países como China y Camboya ha llevado a la clasificación de la UICN de vulnerables y casi amenazadas para algunas especies. Se cree que existen menos de 250 ranas de Togo adultas, y la rana toro gigante africana (Pyxicephalus adspersus ) ya podría haberse extinguido.

SUFRIMIENTO RANAS

El terrible sufrimiento de las ranas

Las patas de la mayoría de las ranas se cortan con tijeras o cuchillos sin ningún tipo de anestesia. La mitad superior se desecha mientras se está muriendo, las patas se despellejan y se congelan para su exportación.

Además de dañar a las propias ranas, la sobreexplotación de los anfibios y la disminución resultante en su número tienen un efecto directo en los ecosistemas en los que viven.

Las ranas juegan un papel central en el ecosistema como depredadores naturales de insectos, y donde desaparecen las ranas, aumenta el uso de pesticidas tóxicos. Por lo tanto, el comercio de ancas de rana no solo tiene consecuencias directas para las ranas en sí, sino también para la conservación de la naturaleza. 

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