¿Miel tampoco? Es una de las preguntas más recurrentes que las personas no veganas nos hacen. Y tiene sentido, porque si no se conoce cómo funciona la producción de miel y se atiende a lo que nos cuenta la industria, podría pensarse que la miel es un producto completamente natural que las abejas nos regalan amablemente.
Pero como siempre, hay mucho más debajo de la superficie. En este post te contamos cómo funciona la industria de la miel, que consecuencias tiene para los animales y el medio ambiente, y por qué está muy lejos de ser un producto vegano.
¿QUIERES CONOCER TODOS LOS SUSTITUTOS VEGANOS DE LA MIEL?
¿Cómo se hace la miel?
El proceso de producción de miel empieza con las abejas saliendo de sus colmenas para recolectar polen y néctar. También recolectan propóleos, una mezcla resinosa de árboles, flores y otras fuentes botánicas. Las abejas lo usan para sellar espacios abiertos no deseados en las colmenas.
Del estómago a la boca, el proceso para hacer miel
Las abejas usan sus lenguas largas y en forma tubular para extraer el néctar de las flores. Ese néctar lo almacenan en una especie de buche específico para este fin. Las abejas tienen dos estómagos: uno para comer y otro para almacenar néctar. Cuando el buche de néctar está lleno, éste pesa casi tanto como la propia abeja.
En el vuelo de vuelta a la colmena, las abejas secretan enzimas que transforman la composición química y el pH del néctar. Este proceso lo hace más adecuado para el almacenamiento a largo plazo.
Una vez que la abeja recolectora regresa a la colmena, regurgitará el contenido del buche de miel, en un proceso llamado trofalaxis , y se lo pasará a una abeja doméstica. La abeja doméstica procesa el néctar internamente masticándolo, agregando más enzimas para descomponer los azúcares complejos en azúcares simples. Finalmente, el néctar pasa al interior de las celdas de cera.
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La transformación en almíbar espeso
Inicialmente, el néctar recolectado y almacenado aún contiene un elevado contenido de agua. Las abejas comenzarán a deshumidificar el néctar abanicándolo con sus alas. Este proceso elimina la mayor parte de la humedad del néctar, convirtiéndolo en miel espesa y almibarada.
Una vez que se completa este proceso, las abejas sellan la celda con un tapón de cera
La miel es alimento de supervivencia para las abejas
Una abeja solo producirá alrededor de la décima parte de una cucharadita de miel en a lo largo de su vida. Par hacer un kilo de miel se necesita que las abejas polinicen 4,4 millones de flores.
Las abejas almacenan polen y miel durante el periodo estival, y este es el alimento con lo que sobreviven cuando no hay flores, es decir, durante los meses de otoño e invierno.
La miel se puede almacenar en las celdas tapadas casi indefinidamente y alimentar a unas 20.000 obreras además de la abeja reina. En un año, una colonia de abejas come entre 60 y 100 kilos de miel.
¿La miel de abeja es vómito o caca?
Si se parece a algo, es a un vómito, en el sentido de que el néctar recolectado en las flores se pasa de la boca de unas abejas a otras en un proceso llamado trofalaxis. De esta forma, a base de regurgitar y masticar, el néctar se va convirtiendo en miel. Técnicamente no es vómito, pero se le parece bastante.
La industria de la apicultura
Existen dos formas de practicar apicultura: la industrial y la de aficionados. Implican procesos diferentes pero ambos implican la explotación de las abejas para beneficio humano. El objetivo de esta sección no es establecer las semejanzas y diferencias, sino señalar aquellas que son comunes a ambas formas de apicultura.
Las abejas como mercancías
Se puede debatir hasta qué punto la apicultura es equiparable a otras formas de explotación animal, como la ganadería o la pesca. Pero lo que no es discutible es que se trata de explotación animal. Veamos algunas de las prácticas de esta industria
Prácticas estándar de apicultura
Las siguientes prácticas ocurren regularmente en la industria de la apicultura, tanto en las instalaciones comerciales como en las de aficionados. No todos los apicultores tienen necesariamente que poner en marcha todas a la vez, pero sí son técnicas convencionales en la industria.
Administración de antibióticos
Los apicultores administran regularmente antibióticos a sus abejas. El uso de antibióticos contribuye a las deficiencias del sistema inmunológico y promueve el desarrollo de súper plagas y enfermedades resistentes a los antibióticos. Las colmenas se tratan en invierno cuando ya están estresadas, para evitar que las toxinas entren en el suministro de miel.
Inseminación artificial
Usando equipo especializado, los apicultores inseminan a las abejas reinas. Usan este proceso para criar abejas con cualidades que son ventajosas para los humanos: para que sean más dóciles, para cambiar el color de la reina o para aumentar la producción de miel, por ejemplo. Para inseminar artificialemente a la reina, los apicultores aplastan a los zánganos de cara a facilitar la extracción de esperma.
Intercambio de alimentos
Las abejas producen y almacenan miel durante los meses activos. Este alijo de alimentos almacenados dentro del panal es lo que las abejas sobreviven cuando la colmena no puede buscar flores, como en los meses de invierno.
Es una práctica común que los apicultores alimenten a sus abejas con sustitutos de néctar, como azúcar en polvo, agua azucarada y jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, que no es lo mejor para la abejas.
De hecho, un equipo de entomólogos de la Universidad de Illinois encontró un posible vínculo entre la alimentación con jarabe de maíz con alto contenido de fructosa y el colapso de las colonias de abejas en todo el mundo. Según se desprende de aquella investigación: “El uso generalizado de sustitutos de la miel en la apicultura, incluido el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, puede comprometer la capacidad de las abejas melíferas para hacer frente a pesticidas y patógenos y contribuir a la pérdida de colonias”.
Esta investigación indica que comer alimentos sustitutivos en lugar de miel evita que las abejas estén expuestas a otros químicos que ayudan a las abejas a combatir las toxinas, como las que se encuentran en los pesticidas.
Pérdida de Cosechas
Además de la miel, las abejas producen otros cuatro productos que los humanos consumimos (consumen): polen, cera, propóleos y jalea real.
La miel es su principal fuente de alimento, y el polen la secundaria. Además de coger su comida natural, los apicultores recogen la cera al recolectar miel. Y luego está la jalea real, para cuya producción se sigue este proceso:
- Primero, la abeja reina se separa de un grupo de abejas jóvenes. Esta eliminación estimula a las abejas jóvenes a hacer nuevas reinas.
- Cada nueva larva reina come una pequeña cantidad de jalea real.
- El apicultor mata las larvas de reina y cosecha la jalea real.
En cada uno de estos casos, las abejas trabajaron incansablemente para crear estos productos y los necesitan para sobrevivir.
Pérdida de vida
Los apicultores suelen matar abejas reinas cada uno o tres años y las reemplazan por otras nuevas. En las colmenas no explotadas (las naturales), las abejas decidirían si sacar a la reina y cuándo hacerlo.
Además de estas muertes deliberadas, los apicultores, quieran o no hacerlo, aplastarán o matarán involuntariamente a un número no despreciable de abejas durante la cosecha y recolección de miel.
Si bien existen varios métodos diferentes para recolectar miel, la extracción es el más común. Las explotaciones más pequeñas con solo unas pocas colonias pueden usar métodos más suaves, como barrer suavemente las abejas de los panales con un cepillo de abejas.
Las explotaciones más grandes manejan miles de colonias simultáneamente, lo que dificulta dedicar el tiempo y el cuidado necesarios para la manipulación de las abejas. Los métodos utilizados con estas colonias incluyen el uso de un soplador de hojas para sacar a las abejas del panal o el uso de una combinación nociva de aceites esenciales para expulsar a las abejas del nido. Con estos métodos, de nuevo, muere un número no despreciable de abejas.
Publicidad Falsa y Fraude
Finalmente, es más que probable que cuando la gente come miel, no esté comiendo lo que dice la etiqueta. Un estudio demostró que un 75% de la miel comercializada en Estados Unidos no contenía polen de abeja, cuando anunciaban que sí.
Polinizadores de Alquiler
Aunque suene extraño, la miel, la jalea y el resto de productos relacionados con las abejas son sólo una parte pequeña del negocio de la apicultura.
Otra parte del negocio consiste en alquilar colonias para polinizar cultivos de frutas y hortalizas: desde almendras, aguacates o brócoli hasta repollo, cerezas o pepinos. Esta es una práctica habitual en buena parte del planeta, pero teniendo en cuenta que las abejas son originalmente asíacicas, la pregunta es: ¿cómo se polinizaban los cultivos antes de las abejas? Y la respuesta es: con los polinizadores nativos.
No sólo las abejas polinizan los ecosistemas: existe una amplia variedad de polinizadores silvestres, como las polillas, escarabajos, murciélagos y pájaros. Y además de las abejas explotadas, están también las abejas silvestres.
Y resulta que los ponilizadores silvestres están en declive en muchas partes del planeta. En la medida en que se utiliza abejas explotadas para polinizar, se pone en riesgo a las poblaciones de polinizadores naturales (silvestres).
Peter Graystock , un entomólogo de la Universidad de California descubrió en una investigación que las abejas de explotaciones apícolas están propagando enfermedades a las abejas silvestres: “Incluso en los casos en que las abejas de explotación no tienen una enfermedad, aún estresan a las abejas silvestres locales, haciéndolas más susceptibles a la enfermedad”.
La globalización puede traer infecciones
Muchos países tienen leyes inadecuadas o inexistentes para los movimientos de abejas. El comercio globalizado de abejas ha permitido el movimiento casi libre de enfermedades por todo el mundo.
Lamentablemente, incluso si desaparecen las infecciones en las colonias gestionadas, surgen otros problemas. Los organismos resistentes, los ácaros (específicamente los ácaros varroa) desarrollan rápidamente una resistencia a los pesticidas utilizados para controlarlos. Se cree ampliamente que el ácaro varroa contribuye significativamente al colapso de las colonias, al igual que los insecticidas y los monocultivos.
Los costos ambientales adicionales de la miel
Otro factor ambiental importante a considerar: la mayoría de los países importan miel, en lugar de producirla localmente. Según estimaciones, el 42% proviene de Argentina, China, México, Canadá e India. Alrededor del 85% en el Reino Unido proviene de Vietnam, China, México, Australia y Argentina. Mientras que Alemania, el mayor importador de miel del mundo, obtiene la suya de Argentina, China y México.
Las abejas que se utilizan para la polinización industrial pasan gran parte de sus vidas en la parte trasera de trailers, subsistiendo con jarabe de maíz alto en fructosa mientras son transportados a diferentes lugares para polinizar acres y acres de monocultivos.
Esta práctica plantea cuestiones éticas tanto para los veganos como para los no veganos. Todos los animales dependen de las plantas para sobrevivir, directa o indirectamente, y nuestro suministro de alimentos depende de la polinización de los cultivos.
Cambiar el sistema para priorizar a los polinizadores silvestres es parte de la solución. Eliminar la demanda de miel y productos apícolas es el primer paso a dar. Hacerlo evitaría que millones de abejas sean criadas y explotadas para producir miel y subproductos, lo que reduciría la transmisión de enfermedades y permitiría que los polinizadores nativos regresen a áreas donde las poblaciones manejadas han tomado el control.
¿POR QUÉ NO ES VEGANA LA MIEL?
Ya sea en un entorno comercial o en un entorno más familiar, criar abejas para obtener miel requiere muchas de las mismas prácticas de interferencia y manipulación que se utilizan en la crianza de otros animales para alimento. Esa sola razón es suficiente para que los veganos no consuman miel, pero además de los problemas ambientales mencionados, hay otros problemas éticos que rodean su producción:
La miel se testa en animales
Un hecho poco conocido sobre la miel es cómo se testa en animales para probar sus efectos sobre la salud humana.
Por lo general, estas pruebas se realizan en animales como ratones, ratas y conejos, pero también en vacas, ovejas, cabras, caballos, burros e incluso gatos y perros.
Los tests incluyen:
- Heridas quirúrgicas en animales para determinar los efectos que tiene la miel en la cicatrización de heridas.
- Disección de animales para determinar los efectos de la miel en la masa ósea y el metabolismo.
- Extirpación de órganos reproductivos para determinar cómo la miel afecta los perfiles hormonales, y muchos otros que no se enumeran aquí.
De todos los factores a considerar en la producción de miel el resto de productos de las abejas, la experimentación con animales es la más atroz e innecesaria.
¿La miel es saludable?
La miel tiene fama de ser saludable para los humanos.
Veamos algunos de los supuestos beneficios para la salud más conocidos y populares de la miel, ya sean confirmados por la ciencia o transmitidos a través de tradiciones populares.
Incluso si la miel fuera el alimento más saludable del planeta, aún así no hay razón para que los veganos la consuman. La miel, como alimento, estaría en la categoría de «uso moderado» en una pirámide alimenticia tradicional.
En términos básicos, es solo azúcar sin carbohidratos complejos ni aminoácidos y prácticamente sin valor nutricional .
Usos medicinales de la miel: más mito que realidad
Analicemos los usos medicinales más comunes atrbuidos a la miel.
1. La miel alivia la tos
Un estudio de 2007 del Colegio de Medicina de Penn State entre 139 niños, encontró que la miel de trigo sarraceno superó al supresor de la tos, el dextrometorfano (DM) para calmar la tos nocturna y mejorar el sueño. No se han llevado a cabo muchos más estudios al respecto, y los propios investigadores afirmaron que «Este estudio está un poco limitado por el hecho de que cada niño visitó al médico durante el propio estudio, lo que puede proporcionar parte de la explicación de la mejora en todos los grupos, incluido el grupo sin tratamiento con miel«.
2. La miel trata las heridas
En numerosos estudios, la miel se ha encontrado efectiva en el tratamiento de heridas. En un estudio, 59 pacientes que padecían heridas y úlceras en las piernas, de los cuales el 80 por ciento no había sanado con el tratamiento convencional, fueron tratados con miel sin procesar. Todos menos uno de los casos mostraron una mejora notable después de la aplicación tópica de miel. Sin embargo, “se observa que la miel ayuda en la cicatrización de heridas debido a su nivel de pH ácido”. Pero la ciencia también ha demostrado sobradamente las propiedades cicatrizantes de multitud de plantas, como el aloe vera, mucho más eficaces de hecho que la miel.
3. La miel alivia las alergias
Mucha gente confía en la capacidad de la miel para disminuir los síntomas de las alergias, y algunos expertos afirman que la miel puede contener trazas de polen de flores. La exposición a pequeñas cantidades de alérgenos funciona como un buen tratamiento para combatir las reacciones. Pero la eficacia de la miel para tratar la alergia no ha sido probada en estudios clínicos. Más bien al contrario: “La idea es que las abejas cogen el polen y lo transmiten a través de la miel, y luego las personas consumen la miel y el polen y, por lo tanto, desarrollan una inmunidad al polen y tengan alivio de la alergia. Pero las abejas se centran en el polen de las flores, no en el de los árboles y la hierba, que son los principales causantes de alergias”.
Un estudio de 2002 se centró en personas alérgicas que recibieron miel local y bio, una miel pasteurizada a nivel nacional y un placebo. No hubo diferencias significativas en el alivio de la alergia entre los tres tratamientos”.
Los supuestos beneficios para la salud de los suplementos de productos apícolas
La miel no es el único alimento derivado de las abejas que tiene supuestas declaraciones de propiedades saludables; analizamos los tres alimentos más comunes y sus supuestos beneficios.
1. Polen de abeja
Los productos de polen de abeja tienen una larga lista de supuestos beneficios para la salud, pero estas afirmaciones no tienen evidencia científica confiable:
“El polen es el alimento balanceado ideal para las abejas, pero como cualquier otro material, no es un ‘alimento perfecto’ para los humanos, y las declaraciones o afirmaciones que implican que el polen es tal no solo son muy poco científicas, sino que también son poco profesionales y potencialmente dañinas para el medioambiente. reputación de la industria apícola”.
“Los productos de polen de abeja son un ejemplo clásico de las falacias actuales de la industria de los suplementos. Las afirmaciones hechas para tales productos están llenas de exageraciones, pero carecen por completo de pruebas científicas rigurosas. . .Lo que pasa por evidencia «científica» en los sitios web promocionales son cuentos y anécdotas antiguas» (Novella, S. Science-Based Medicine, 2012. Bee pollen supplements not safe or effective).
“. . .los pólenes de árboles, pastos y malezas que causan alergias estacionales son muy ligeros y permanecen en el aire durante mucho tiempo. El polen de la miel de abeja proviene de las flores, es muy pesado y cae al suelo. Son el tipo de polen equivocado para causar alergias estacionales” (Nierenberg, C. LiveScience, 2016: Myths about seasonal allergies)
2. Jalea Real
La jalea real es el alimento destinado a la abeja reina. Al igual que el polen de abeja, la jalea real disfruta de una amplia variedad de declaraciones de propiedades saludables y de belleza. Sin embargo, no existen estudios médicos que hayan demostrado definitivamente los efectos terapéuticos de la jalea real.
“La jalea real, que es secretada por las glándulas salivales de las abejas obreras, sirve como alimento para todas las larvas jóvenes y como único alimento para las larvas que se convertirán en abejas reinas. Al igual que el polen de abeja, se ha afirmado falsamente que es especialmente nutritivo, que proporciona energía flotante y que tiene propiedades terapéuticas”. (Stephen Barret MD , Quackwatch, 1999. Bee Pollen, Royal Jelly and propolis).
3. Propóleo
El propóleo es una mezcla resinosa recolectada por las abejas melíferas de los brotes de los árboles, flujos de savia u otras fuentes botánicas que se usa como sellador para espacios abiertos no deseados en la colmena. Aunque se suele afirmar que tiene beneficios para la salud (como remedio para el resfriado y la gripe), puede causar reacciones alérgicas graves.
Cómo ayudar a las abejas y otros polinizadores
Los humanos no podrían sobrevivir en un mundo sin plantas polinizadas por animales, por lo que salvar a los polinizadores es una necesidad absoluta.
Las abejas son bien conocidas como polinizadores, pero no están solas. Otros polinizadores incluyen pájaros, mariposas, hormigas e incluso murciélagos, entre otros pequeños mamíferos. Los polinizadores animales son responsables de polinizar un tercio de nuestros cultivos, y de ese tercio, las abejas polinizan aproximadamente el 75 % de ellos.
Los polinizadores tienen un papel esencial en el mantenimiento de nuestro ecosistema y producen recursos naturales al ayudar a las plantas a reproducirse. Sin las acciones de los polinizadores, nuestro suministro de alimentos y los paisajes circundantes colapsarían.
Os contamos 6 formas en que puede ayudar a los polinizadores nativos no solo a sobrevivir sino a prosperar.
1. Adapta tu jardín
La pérdida de hábitat amenaza la vida de las abejas en todo el mundo. Desde la agricultura basada en monocultivos hasta los jardines perfectamente cuidados en los vecindarios, los paisajes nativos vitales para las abejas están desapareciendo. Ciertas acciones son muy fáciles de llevar a cabo
- Cambia césped por flores. Si vives en una casa y tienes césped, reemplaza todo o parte por plantas con flores. Esto proporcionará a las abejas alimento y hábitat.
- Planta flores nativas. Las flores nativas ayudan a alimentar a las abejas y se adaptan perfectamente a la zona.
- Elige bulbos de una sola flor. Las flores de dos cabezas producen mucho menos néctar y dificultan que las abejas accedan al polen.
- Mantente alejado de las plantas híbridas. Estas son plantas que no han sido criadas para sembrar y producen muy poco polen para las abejas.
- Plan para la floración durante todo el año. Planta al menos tres tipos diferentes de flores para garantizar que florezcan durante tantas estaciones como sea posible para proporcionar a las abejas una fuente constante de alimento.
- Las malas hierbas pueden ser buenas. Las flores silvestres, muchas de las cuales se clasifican como malas hierbas como el trébol y el diente de león, son algunas de las fuentes de alimento más importantes para las abejas pero también para otros polinizadores nativos. Dejar que tu paisaje florezca es mejor para los polinizadores y para tu espalda.
Si tienes espacio limitado, intenta poner una caja de flores o un jardín contenedor con plantas con flores para crear un oasis acogedor, esto ayudará a las abejas en su búsqueda de alimento.
2. Hogares de suministro y agua para las abejas nativas
A las abejas nativas les gusta excavar. Dejar una parte del jardín o un área en el césped sin cultivar en un lugar soleado fomentará este comportamiento.
Las abejas también necesitan un lugar para obtener agua fresca y limpia. Llena un recipiente de agua poco profundo con guijarros o ramitas para que las abejas se posen mientras beben. Elementos como un bebedero para pájaros con algunas piedras en el fondo son una buena opción.
Es importante recordar mantener el suministro de agua para asegurarse de que las abejas sepan que pueden regresar al mismo lugar todos los días.
3. No uses herbicidas ni pesticidas
Evita el uso de herbicidas o pesticidas en el jardín. Los tratamientos que pones en tu césped o jardín no solo pueden ser tóxicos para las abejas, sino también para los humanos y otros animales que las visitan.
Estos tratamientos son especialmente dañinos si se aplican mientras las flores florecen porque el producto químico penetrará en el polen y el néctar. La abeja recolecta el néctar y el polen contaminados y los lleva de regreso a la colmena donde se mete en la miel, que luego puede transmitirse a los humanos si consumen la miel. Las mariquitas, las arañas y las mantis religiosas mantendrán naturalmente a raya a las poblaciones del jardín.
4. Compra siempre que sea posible comida orgánica local
Comprar alimentos orgánicos significa que no hay pesticidas. Comprar comida local también significa comer de temporada, lo que puede ayudarte a evitar los alimentos que provienen de cultivos de monocultivo. Compra productos del mercado o cooperativa de agricultores locales o de una granja agrícola apoyada por la comunidad.
5. No cortes el césped con tanta frecuencia
De todas las acciones en esta lista, esta podría ser la más fácil de hacer. Lo mejor es no tener césped, pero si lo tienes, córtalo con menos frecuencia. Cortar cada dos o tres permite que los insectos y otros polinizadores se alimenten de las plantas con flores antes de desaparecer nuevamente.
Alternativas veganas a la miel
Tenemos un artículo específico con los sustitutos veganos a la miel, pero resumiéndolo mucho tienes todas estas: jarabe de arce, sirope de ágave, sirope de dátiles, sirope de maíz, sirope de arroz, sirope de coco, melaza, malta de cebada y miel vegana de margaritas.
Alternativas veganas a la cera de abejas
Al igual que la miel, la cera es perfectamente sustituible por alternativas vegetales, os las contamos:
Cera de soja
La cera de soja es una cera vegetal elaborada a partir del aceite de soja. Después de la cosecha, las bayas de la soja se limpian, se parten, se descascarillan y se enrollan en hojuelas. El aceite se extrae de las virutas y se hidrogena, convirtiendo los ácidos grasos en saturados. Esto hace que se altere el punto de fusión del aceite de soja, hasta el punto de que estará en estado sólido cuando está a temperatura ambiente.
Cera de Candelilla
La cera de candelilla es el exudado que se encuentra en las hojas de un pequeño arbusto originario de México. Es más suave que la cera de Carnauba y se usa a menudo para hacer velas. Encontrarás cera de candelilla en bálsamos labiales, lápices labiales, manteca corporal, cremas, lociones, pomadas y otros productos.
Cera de carnauba
La cera de carnauba proviene de las hojas de la palmera Copernica Cerifera, conocida como el “Árbol de la Vida” brasileño. Este árbol crece y florece solo en las partes nororientales de Brasil a lo largo de las riberas de los ríos, arroyos y tierras bajas húmedas y exuda cera a través de los pecíolos de sus hojas en forma de abanico, evitando la deshidratación del clima ecuatorial. Las hojas que contienen la cera se cultivan de manera que no dañen al árbol. (42)
Cera de arrayán
La cera de arrayán es una cera vegetal verde aromática. Se recolecta de la superficie del fruto del arbusto de arrayán (mirto de cera) hirviendo los frutos en agua y quitando la cera de la superficie del agua. Se dice que el aroma de la vela de arrayán es fuerte. Esta cera naturalmente aromática posee una fragancia única que se ha convertido en un clásico aroma navideño.