Microalgas

Microalgas ¿Qué son? Beneficios

A día de hoy, las proteínas plant-based que mejor están funcionando como alternativa a la carne son la proteína de soja y la de guisante. Algunas de las marcas más potentes del sector, como Beyond Meat, Impossible o Heura, basan su producción en estas fuentes para elaborar productos increíblemente parecidos a los originales. 

Pero decenas de laboratorios de alimentación están investigando otras posibles fuentes de proteína alternativa, desde los hongos hasta la fascinante proteína de aire. 

Una muy prometedora son las microalgas. Hoy os contamos qué son, en qué líneas se está investigando y qué podemos esperar de estas investigaciones en un futuro quizá no tan lejano. 

Nuevas fuentes de proteína: una necesidad acuciante

En solo tres décadas, podríamos estar viendo un planeta de 10 mil millones de personas. Si ya a día de hoy estamos sufriendo los primeros síntomas de una crisis climática de dimensiones apocalípticas, imagina por un momento cómo puede ponerse las cosas de aquí a 20 o 30 años. 

Aunque no la única, una de las cosas que están asfixiando nuestro planeta, es precisamente el sistema alimentario. Si queremos sacar las pandemias del menú, contrarrestar los efectos más adversos de la crisis climática y aspirar a la justicia alimentaria, es urgente cambiar de raíz la forma en que el planeta se alimenta. 

Las bases de este cambio se están construyendo ahora: las alternativas ya existen, la cultura alimenticia está empezando a cambiar, y cada vez más gente es consciente de lo insostenible que es comer animales. Pero cuantas más alternativas e innovación, más probabilidades tendremos de que el ritmo del cambio se acelere. 

Las microalgas son una de esas alternativas que podrían suponer un cambio en las reglas del juego alimentario. Veamos por qué. 

Qué son las microalgas 

Beneficios de las microalgas 

Existen dos tipos de algas: las macroalgas y las microalgas. 

Las macroalgas son las que ya conocemos: nori, wakame, kombu, dulce…tan empleadas en la gastronomía japonesa, tan nutritivas y tan ricas. Se pueden recolectar de forma natural o cultivar mediante acuacultura. 

Las microalgas son algas unicelulares, que normalmente se cultivan en tanques de agua dulce, aunque se encuentran tanto en esta como en agua de mar. Las más conocidas son la Spirulina y la Chlorella, con contienen una cantidad enorme de proteína (entre un 50% y un 70%). Hasta hace bien poco, las microalgas se utilizaban como suplementos alimenticios por sus cualidades nutricionales y su alto contenido en proteína. 

Pero la ciencia está investigando nuevos usos de las microalgas que podrían revolucionar la alimentación plant-based. 

Beneficios de las microalgas 

Beneficios de las microalgas 

Las microalgas están repletas de proteínas, pero también de antioxidantes, vitaminas y ácidos grasos omega-3. Son alimentos super saludables, que se utilizan fundamentalmente como suplemento, pero que hasta ahora presentaban un problema de sabor. Esto está empezando a cambiar, así como los procesos de producción, que se están haciendo más eficientes y sostenibles. 

En este sentido, las microalgas presentan una gran oportunidad con un rendimiento de entre 4 y 15 toneladas por hectárea al año, muy superior a las 0,6 a 1,2 toneladas por hectárea al año del trigo, las legumbres o la soja.

También requiere muchos menos recursos en comparación con otros cultivos terrestres, ya que se puede cultivar en ausencia de agua dulce o pesticidas, lo que también lo convierte en un cultivo más resiliente frente a posibles futuros cambios impuestos por la crisis climática.

Carne vegetal a base de microalgas: algunos ejemplos

ProFuture es un proyecto financiado con fondos de la UE, orientado a fomentar una alimentación basado en plantas. Como parte de la investigación de ProFuture, se está utilizando una nueva cepa de Chlorella, que podría usarse en alternativas de carne vegetal como salchichas o hamburguesas, pero también muchas otras como sopas, cremas, bebidas para deportistas, o pastas. Todo ello con unas propiedades organolépticas deseables y una calidad nutricional muy elevada. 

Hoy en día ya se pueden encontrar algunos alimentos a base de microalgas, pero su sabor no responde a la expectativa de los consumidores: sin embargo, la nueva cepa de chlorLa emella podría cumplir dichas expectativas. 

La empresa israelí Brevel, especializada en proteínas a base de microalgas, obtuvo recientemente 8,4 millones de dólares de financiación. Su tecnología garantiza un sabor neutral y un precio competitivo vs la proteína de soja y la de guisante. 

La multinacional Unilever está trabajado de la mano con Algenuity, una startup especializada en cultivo de microalgas. Están trabajando con este ingrediente con su marca plant-based The Vegetarian Butcher, para elaborar diferentes productos como sustitutos del huevo o nuevas carnes vegetales. 

La startup alemana EatMyPlants es parte del proyecto Proveg Incubator, y está desarrollando alternativas de pescado a base de microalgas. Actualmente están trabajando en un atún vegano que, si todo sale bien, no tardará mucho en hacerle la competencia a Vuna y Plantuna. 

Son solo algunos ejemplos de empresas que están desarrollando proteína alternativa a base de microalgas. Hay muchos más, y a juzgar por la atención de los inversores y el potencial nutricional y de eficiencia productiva, en un par de años podría ser una alternativa igual de deliciosa pero más competitiva que la proteína de guisante o de soja. 

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