KFC, premios y el cambio climático

KFC CAMBIO CLIMÁTICO

El pasado mes de marzo sufrimos en España un episodio de calima extrema que duró varios días. La calima es un fenómeno meteorológico a través del que se generan nubes de polvo sahariano, generando escenas post-apocalípticas. 

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Calima y cambio climático

Además de suponer un riesgo para la salud, la calima es un síntoma más (entre muchos otros) del cambio climático provocado por la acción humana. El aluvión de fenómenos meteorológicos extremos que padecemos está aumentando su intensidad y frecuencia a un ritmo inusitado. 

CALIMA Y CAMBIO CLÍMATICO

La campaña de los coches rebozados

En este contexto, la empresa KFC, de la mano de su agencia creativa, PS21, lanzó en tiempo real una campaña de publicidad jugando con la idea de “coches rebozados”: hicieron un llamamiento a sus clientes para dibujar el logo de KFC en sus coches sobre el polvo acumulado, a cambio de obtener en KFC Auto unas tiras de pollo. 

Este tipo de campañas se llaman en jerga marketiniana newsjacking, esto es, aprovechar acontecimientos y noticias reales (normalmente de cierto impacto) para vincular una determinada marca o producto a dichos acontecimientos. Por lo que se ve, la campaña diseñada por la agencia PS21 fue un éxito de crítica y público, consiguiendo que más de 1000 clientes hicieran la susodicha pintada con el dedo, y obteniendo varios premios de creatividad. 

KFC CAMPAÑA CALIMA

KFC, premios y el cambio climático

KFC pertenece al grupo de restauración Yum Brands, al igual que Pizza Hut y Taco Bell. La facturación anual del grupo asciende a algo más de 5.500 millones de dólares. 

No siendo cifras comparables con las grandes corporaciones cárnicas globales, el negocio de KFC se fundamenta en la explotación animal, y en concreto se lucra del sufrimiento de millones de pollos. Recordemos que los pollos son, por número, los animales de granja que se llevan la peor parte de la industria ganadera (68.000 millones son sacrificados cada año). 

Además de la cuestión ética, las explotaciones ganaderas de pollo generan problemas ambientales en diferentes niveles: 

  • Los desechos fecales que generan las macrogranjas de pollos, junto con plumas y pollos muertos, genera escorrentía en ríos, lagos y pantanos, provocando la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas. 
  • También generan emisiones de amoniaco, sulfuro de hidrógeno y óxido de nitrógeno. 
  • El estiércol de pollo genera contaminación del suelo por sales y metales pesados, así como por antibióticos y hormonas, y tiene un efecto nocivo sobre la fertilidad del suelo, contribuyendo a acelerar la desertización. 

En definitiva, en mayor o menor medida, KFC, al igual que decenas de multinacionales cuyo negocio se basa en el hacinamiento y el uso de los animales como recurso, contribuye a la catástrofe climática cuyos efectos son medibles, observables y, según parece, merecedores de premios de creatividad. 

POLLOS HACINADOS

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