La mantequilla de cacahuete ha sido un clásico de los desayunos americanos durante décadas, pero solo en los últimos años se ha empezado a introducir en España.
Lo estamos asimilando como parte natural (y saludable) de nuestra dieta, aunque muchos de sus usos están aún por descubrir.
En este artículo os contamos lo versátil que puede ser la crema de cacahuete en vuestras cocinas, más allá del típico sándwich, tan rico y tan recurrente, pero también tan limitado.
La crema de cacahuete nos encanta y os queremos dar estas ideas 😉
1. Crema de cacahuete en salsas
La mantequilla de cacahuete no es ni dulce ni salada, y es ambas cosas a la vez. Es precisamente por ese carácter tan único y tan distinto, que combina tan bien con tantas cosas distintas. Y las salsas no son una excepción. Se puede combinar con muchos ingredientes diferentes, pero los más típicos son: salsa de soja, leche de coco, sirope de arce o de ágave, aceite de sésamo y vinagre de arroz.
Las salsas resultantes se pueden utilizar para acompañar pastas, arroces, ensaladas o simplemente para dipear.
También puedes ver nuestra receta de rollitos vietnamitas con salsa de cacahuete, TREMENDA, seguro que te encantará.
2. Crema de cacahuete en ensalada
Las ensaladas admiten aderezos muy diferentes, más allá del típico aceite y vinagre. La mantequilla de cacahuete, combinada con algunos de los ingredientes mencionados antes, o bien reducida simplemente con un poco de agua (para que no sea tan espesa), es un aderezo brutal para cualquier ensalada: rico, nutritivo y diferente.
Mi aderezo de ensalada favorito con crema de cacahuete es con un poco de salsa de soja y sirope de arce.
3. Crema de cacahuete en helados
Tanto a la hora de elaborar helados veganos caseros, como a la hora de mezclarlo con helados comprados, la mantequilla de cacahuete da un contraste de textura y sabor que me resulta delicioso.
Si no tienes tiempo o ganas de ponerte a hacer un helado vegano casero, prueba a mezclar una cucharadita de crema de cacahuete con una cucharada de helado. Vale cualquier sabor, aunque a mí me pega más y me encanta con helado de vainilla, y tendrás un postre con un boost de proteínas y energía.
4. Crema de cacahuetes en granola
Aunque no sean demasiado comunes en la dieta mediterránea, las granolas son una forma excelente de desayunar: nutritiva, saludable y súper versátil, que admite ingredientes muy diferentes. Pongas lo que pongas a tu granola, siempre va a admitir una cucharada de mantequilla de cacahuetes.
5. Añade crema de cacahuetes a un porridge de avena
Si aún no has descubierto las muchas bondades de la avena, déjame que te la recomiende muy fuerte: es saludable, nutritiva, digestiva y riquísima. El porridge de avena es tan sencillo de hacer y tan delicioso, que desde que lo descubrí se ha convertido en un clásico de mis desayunos (y a veces de mis cenas). Sólo tienes añadir la avena a tu leche vegetal favorita caliente y remover hasta que se forme una pasta (a mí me gusta más liquida que sólida, pero esto va por barrios). A esa masa resultante le puedes añadir de todo: frutos secos, plátano, arándanos…y por supuesto, un poco de crema de cacahuete. Le dará un poco más de espesor y un toque de sabor absolutamente exquisito.
¿Cómo tomar avena? Te lo contamos todo.
6. Crema de cacahuetes con fruta
Me encanta comer fruta con crema de cacahuete. Las frutas que mejor combinan para mi gusto son sin duda los plátanos, aunque también la he mezclado con manzanas y fresas.
Dependiendo de la marca que uses, la crema puede ser más densa o más líquida. Si vas a usar una que sea espesa, puedes rebajarla con un poco de agua o de leche vegetal.
7. Batidos con crema de cacahuetes
Si eres de batidos de frutas, hazme caso: pruébalos con una cucharada de crema de cacahuetes. De nuevo, el que mejor combina es el plátano, pero si eres una loca de la crema de cacahuetes, pronto te verás experimentando con otras frutas. A mí por ejemplo, me encanta con batido de mango.
8. Úsalo como untable
El clásico entre los clásicos es el sándwich de mantequilla de cacahuete. Así lo probé la primera vez y cuando tengo hambre de dulce y quiero evitar cosas poco saludables, me tiro directamente a esto.
Si es para una emergencia como atajar un antojo de dulce, bastará con untarla en pan, pero si quieres algo más currado, puedes probar a hacer un sándwich en condiciones, y dependiendo de con qué lo combines, será un sándwich dulce o salado. A mí me encanta mezclarlo con aguacate y tomate, pero también con plátano y fresas.
9. Hummus con crema de cacahuete
Hummus, el gran amigo de todas las personas veganas de este mundo. Si ya eres fan, quizá hayas probado otras versiones más allá del de garbanzos. A mí me fascina el hummus de remolacha, por ejemplo. Pues con cualquiera de sus versiones, añadir una cucharada de mantequilla de cacahuetes le dará un toque rico rico y nutritivo. Puedes hacerlo sustituyendo al tahini, o combinándolo.
10. Hornea unas galletas veganas con crema de cacahuetes
Las galletas veganas de mantequilla de cacahuete son saludables, nutritivas y muy fáciles de preparar.
Los ingredientes que necesitarás son: mantequilla de cacahuetes, azúcar, harina, leche de almendra (o agua), polvo gasificante y vainilla.
11. Sutituye tu mantequilla por crema de cacahuetes
La mantequilla de frutos secos, y especialmente la de cacahuete, se puede untar fácilmente sobre cualquier cosa al igual que la mantequilla normal. Pueden contener las mismas calorías, pero la mantequilla de cacahuete es baja en grasas saturadas y alta en proteínas, a diferencia de la mantequilla normal. Puede usar mantequilla de cacahuete en tortitas, tostadas, french toasts o sobre cualquier base en la que pondrías mantequilla o margarina. Le dará un sabor muy diferente, pero riquísimo y más nutritivo.